Siento que no puedo ser el punto y a parte de tu desenfreno,
que no puedo aceptar la paradoja,
venderme a la tradición.
Lo siento, no poder ser el punto y final de tu locura,
tu final feliz circunstancial y especial,
más siento, que tus puntos son mis comas,
que mi locura está descompensada.
Sentimos, o deberíamos sentir, que por el momento
nos conformamos con este punto y coma,
y por ello sentiré, que hoy, no puedo ser
un definitivo punto,
y por ello también deseé, ayer,
que no seas una coma más.
Seamos un emparejado punto y coma,
dejemos al azar que complete esta yuxtaposición.