Dos erizos schopenhauerianos
juntos durante algún tiempo
a veces hasta el clímax utópico
donde el dolor, el placer,
el frío y el calor
se daban entremezclados.
Dos erizos schopenhauerianos
separados por las circunstancias
y el proceder mismo de la vida
donde la realidad se impone
y se acepta.
Aún así,
uno de ellos se pregunta, le pregunta
al otro: ¿no se puede más cerca?
a esta distancia tengo frío,
duele igual que cerca...
se derrite Siberia poco a poco.